Todas las niñas y niños tiene derecho a un cuidado de calidad. Eso significa un ambiente seguro y afectuoso donde puedan crecer y alcanzar su máximo potencial. Por ello, trabajamos con las comunidades y el Estado para brindarles la atención que necesitan en un entorno de cuidado alternativo, así como para prevenir la pérdida del cuidado familiar.